los periodistas fueron agredidos por policías de civil y uniformados. no pueden negarlo ahí están los testimonios. "piden disculpas" E.D. S.C.

Berthy Vaca Justiniano El comandante de la Policía departamental, Humberto Echalar, presentó sus disculpas ayer a los medios a través del presidente de la Federación Sindical de Trabajadores de la Prensa de Santa Cruz, Hernán Cabrera, por las agresiones a periodistas y camarógrafos que el lunes cubrían en la Felcc la captura de tres personas vinculadas por el fiscal Marcelo Soza con el caso de supuesto terrorismo. El encuentro de Echalar y Cabrera se dio en la sede de la prensa, donde el oficial se comprometió a evitar situaciones extremas de violencia contra los hombres y mujeres de la prensa y adelantó que se indagará a los policías involucrados en los excesos. “A veces no es posible que los periodistas ingresen a unidades especiales como la Felcc”, manifestó Echalar, en alusión al origen del incidente, y agregó que hasta los policías, que están preparados incluso hasta para llevar palo cometen errores. Instó a observar las imágenes para ver quién agredió primero, en alusión a un codazo que un reportero le dio a un agente en la trifulca. Maritza Roca, de la radio Marítima, pidió la renuncia de Echalar y le gritó: “¡Basta de abusos!, queremos que identifique y sancione a los policías agresores; que se respete nuestro derecho al trabajo”. La intervención de la radialista, apoyada por otros colegas, tensionó el ambiente con los policías, que luego se retiraron. Asimismo, la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), en un comunicado, pidió también sancionar a los policías agresores. “La ANP condena la agresión que sufrieron periodistas de canales de televisión cruceños por efectivos policiales en las instalaciones de la Felcc, en Santa Cruz de la Sierra, cuando el lunes 5 de abril cubrían la aprehensión del dirigente político Gary Prado Araúz. El periodista Hilton Coca, de la Red Uno, y el camarógrafo Mauricio Égüez, de la red PAT, fueron los más afectados”, dice parte de la carta que recuerda que anteriores ataques, como el perpetrado contra reporteros de Unitel en 2009, siguen impunes.