“Feliz tú que has creído lo que se te ha dicho de parte del Señor”,con estas palabras saludó Elizabet a su prima María. También nosotros somos felices si en medio de los avatares de la vida, si entre las sombras de nuestro caminar cotidiano, descubrimos que la salvación está cerca. Que en medio de la oscuridad Dios camina con nosotros porque él es el Enmanuel, el Dios -con- nosotros.
Él vendrá y nos salvará. Al término de nuestra ruta ya no necesitaremos la luz de la lámpara ni la luz del sol. Él será la luz que disipará toda tiniebla. Como dice el prólogo del evangelio de San Juan: “Las tinieblas no han podido ahogar la luz”. Acá es un camino de fe, luego será un día de visión sin fin, lleno de resplandor y claridad. Que este pensamiento nos aliente en los momentos duros de la vida y nos haga clamar: ¡Sí, creo, ven pronto Señor, ven Salvador! Texto: Hna. María Nuria Gaza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario