"Morir en Pando"
El brazo derecho de Miguel “Chiquitín” Becerra, Brusher Alpire, lideraba un grupo armado durante los hechos registrados en la masacre del 11 de septiembre de 2008 en Porvenir, según revela el documental “Morir en Pando” de César Brie que aún se presenta en la ciudad de La Paz.
“Los campesinos que venían de Puerto Rico no estaban armados, pero sí había un núcleo de personas armadas, todas las voces indican al Alcalde de Filadelfia. El brazo derecho que lideraba este grupo era Brusher Alpire que era guardaespaldas de Chiquitín Becerra”, afirmó el cineasta nacionalizado boliviano, a la Red Erbol.
Chiquitín Becerra fue alcalde de Cobija en dos oportunidades, la primera llegó al municipio con la sigla de Acción Democrática Nacionalista (ADN) en 1999, luego con su agrupación ciudadana denominada Movimiento Amazónico de Renovación en alianza con el Movimiento Al Socialismo (MAS) volvió al municipio (2005-2006). Para las elecciones municipales del 4 de abril su agrupación ciudadana no participa, sin embargo su gente apoya al MAS.
César Brie aseguró que “Chiquitín Becerra era un político aliado del MAS en el Movimiento Amazónico de Renovación, yo lo llamo un aprendiz de cacique, había trabajado 20 años con Leopoldo Fernández y por razones muy personales de poder, como caudillos se habían separado, peleado”.
De acuerdo al autor del documental “Morir en Pando” que tiene una duración de tres horas, “ese pequeño grupo armado era probablemente un grupo de defensa para la marcha (de campesinos) que se dirigiría a Cobija al día siguiente o a los dos días”.
La marcha de campesinos se realizó por la toma de las oficinas del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), que tenía disponible dos millones de hectáreas de tierra para su distribución, sin embargo, de acuerdo al documental, Leopoldo Fernández impulsó la conformación de seis organizaciones de “falsos campesinos” para que sean tomados en cuenta en la distribución de tierras. El propósito no tuvo éxito.
Otro aspecto fundamental que el documental hace referencia a la muerte del dirigente cívico Pedro Oshiro. Según la cinta, Oshiro fue ejecutado con un tiro disparado a una distancia muy cercana a su rostro.
“La autopsia que se hace al cuerpo de Oshiro no aclara nada. No se lo revisa las manos, no se le hace la prueba para saber si hay pólvora en sus manos, o sea si ese hombre ha disparado o no ha disparado, entonces todo eso queda en una nebulosa”.
El documental trabajó sobre los antecedentes de la masacre del 11 de septiembre de 2008, la cronología exacta de lo que ocurrió ese día y los días posteriores, las consecuencias del hecho, el comportamiento de los médicos, sobre todo de los médicos forenses, el comportamiento de todos los estamentos del gobierno y personas que tenían funciones en ese momento.
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