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viernes, 17 de octubre de 2008

el destino de bolivia está en manos de los tránsfugas, de los traidores de los que votarán por la convocatoria afirma jorge miranda de hoy bolivia

Después que prácticamente se agotaron todos los recursos legales e ilegales, al gobierno no le queda otra que echar mano de los diputados y senadores disidentes o como se les llamaba con claridad hasta antes de esta gestión, los parlamentarios tránsfugas de los partidos políticos.
Lamentablemente el futuro de Bolivia ha quedado en manos de los tránsfugas, de aquellos que se venden al mejor postor, de aquellos que bajo la excusa de no estar de acuerdo con el pensamiento del jefe o de la línea de su partido, decide pasarse con la mayor frescura al equipo contrario. Ha sucedido antes y ha de suceder ahora.
La diferencia es que ahora no se está discutiendo la aprobación de un contrato millonario o el presupuesto general de nación y ni siquiera una simple ley, sino que es la Constitución Política del Estado, la Ley de Leyes, aquella que rige los destinos de un país, de su gente, de sus empresas de sus instituciones, de aquella ley que decide la vida política y económica de nuestra nación, de nuestra república. No es un simple texto constitucional como se lo ha querido mostrar desde el principio.
El gobierno de Evo Morales se ha esforzado por aprobar esta Ley de Leyes desde el momento mismo en el que asumió el poder. Su trabajo estuvo concentrado en la Asamblea Constituyente, donde creyeron que tendrían los dos tercios para lograr, sin problemas, la aprobación de su proyecto de Constitución, aquel que en agosto de 2006 publicó hoybolivia.com y que a la fecha tiene muy pocas variaciones aunque en su momento hayan dicho que éramos un periódico trucho y que el documento era falso.
El tiempo se ha encargado de ir mostrando que todo lo que la prensa ha venido denunciando también se ha venido cumpliendo y ahora estamos en la recta final de un proceso que no pudo culminar como se había planificado porque el MAS no logró los dos tercios en la Asamblea Constituyente y a partir de ahí comenzaron sus problemas que le dieron vida a la oposición.
Fueron los problemas del MAS los que reavivaron el fuego de la autonomía, fue la carencia de los dos tercios lo que hizo crecer a la modesta oposición de Podemos y fueron los errores políticos de un partido en ciernes que puso en la palestra a los prefectos que, al final, se constituyeron y son la mayor oposición.
Decimos que se ha ingresado a la recta final porque el tiempo se acaba. Morales cumple en enero 3 años de gobierno y le quedan apenas dos de gestión que sabe se diluirán como se han diluido estos casi tres años de una gestión llena de enfrentamientos, muertos, ilegalidades, presos y confinados políticos, persecuciones y otros hechos que no precisamente son lo que todos --o por lo menos quienes votaron por Evo--- esperaban en enero de 2006.
Queda poco tiempo, porque, para buscar su reelección --que al final es la meta de todo este enfrentamiento-- tiene que terminar todos los procesos el próximo año. Es decir: aprobar su Constitución Política del Estado a la buena o a la mala en marzo, acortar su mandato inconstitucionalmente y convocar a elecciones anticipadas para junio a fin de posesionarse en agosto de 2009.
Al haberse quemado gran parte de todo su proyecto en fracasados intentos por crear una nueva Bolivia concebida con la visión socialista, ahora al MAS anunció que recurrirá al voto disidente para aprobar su Constitución. No le queda otra, están obligados a recurrir a los tránsfugas de los debilitados partidos de oposición a la cabeza de Podemos que desde hace un tiempo ha perdido algunos miembros que ya habían transitado por varios partidos antes de ser reclutados por Jorge Quiroga.
Por ello, con mucha pena y pesar, podemos asegurar en este momento que Bolivia está en manos de los tránsfugas, de los traidores, de aquellos que llegaron agarrados de la manga del candidato a presidente y que ahora se arrogan individualidad o independencia de mandato para pasarse al equipo contrario en una clara muestra de que poco les importa que una parte del pueblo del votó por ellos para que sean el punto de equilibrio en el Congreso Nacional. El MAS hace su trabajo, dividir a la débil oposición.

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