gobierno pacifista de evo, destina 58 millones para comprar armas aviones de guerra. sin licitación. compra directa. corrupción de por medio. D.Pino

Bolivia pacifista se arma de valor

Y es que las cosas suman y siguen. Como la bola de nieve. ¡Alud señores! A cubrirse. Se nos viene encima todo lo que trae el nuevo Estado comunitarista. Ni bien salimos del escándalo de “Todos los Santos” y no hemos recuperado el aliento, cuando otro negocio sale a la luz del día.
Artículo 10 de la promulgada constitución masista. Bolivia es un país pacifista. Lo dijo enfáticamente el hermano Evo desde el palco de la concentración populista pasada y reafirmó que en Bolivia se prioriza la vida, porque “somos de esa cultura”
Pero así como se enfatiza el pacifismo se deslizan decretos secretos que autorizan la compra de 6 aviones checos y 10.000 fusiles AK ¿Podría haber mayor demostración de pacifismo al mundo que este? Todo bajo compras directas. Amparo palaciego: que no ve nada no sabe nada y no oye nada.
Son 58 millones de dólares la factura. Para morirse de risa. ¡Ahí está el verdadero rostro del gabinete conservado y maquillado! Tienen 58 millones de dólares para comprar y establecer el diezmo. ¡Viva el Estado plurinacional!
Con ese dinero ¿Cuántas escuelas, hospitales, medicinas en medio del dengue podríamos adquirir? Es que ¿no era ese el reclamo airado que hacía Evo Morales a los neoliberales, que se preocupaban de comprar fusiles GALIL en el gobierno de Hugo Banzer, denunciando estas acciones como contrarias al interés nacional?
Cómo han cambiado las cosas hermano Evo. Ahora es usted el que prefiere fusiles y aviones de guerra, declarando ante el mundo que Bolivia es pacifista y se olvida de la política social. Vamos en paz, que tenemos fusiles, aunque estos no sirvan un carajo para defendernos de un ataque externo. Es ocioso comparar nuestro nivel de armamento con el de cualquier vecino. Ahora la pregunta del millón: ¿con estos seis aviones y diez mil fusiles podemos al menos disuadir un ataque externo? La respuesta es: No ¿Entonces para qué diablos gastamos 58 millones de dólares en algo que al final no sirve para ningún propósito serio? Huelgan comentarios. Usted tiene la respuesta.
Pero más allá de la denuncia no se puede seguir soportando el sueño en el que vive PODEMOS, juntucha política que no fiscaliza ni abre la boca y menos el discurso de inmaculados políticos con el que se adornan toda vez que pueden los voceros del M.A.S.
Estamos no ante hechos de corrupción, como en las mejores épocas, sino ante un Estado Plurinacional de la Corrupción organizada con fines políticos.