Es comprensible que en medio del carnaval y el alcohol consumido, luego venga el delirium tremens. Les dije en la nota “Quien Diría” que este guión no me lo iba a perder. Y está claro que quienes lo escriben están decididos a convertir la imagen del Presidente en una bufonada muy lamentable.
La forma y el detalle con el que se ha elaborado la “prueba” sobre la infiltración de la CIA, tiene ese tufillo al castrismo tan utilizado en la isla, cuando el régimen no tiene como justificar el atraso económico y social del pueblo cubano o las aventuras revolucionarias que le cuestan su dinero. Es cuando aparece el diablo pintado en la pared y convertido en “prueba”.
La CIA es una organización que invita a la fantasía. Y sobre ella se puede tejer todas las tramas que uno quiera. Sin que esto signifique que sea una organización de la caridad.
Resulta que ahora aparece Abraham, como en la Biblia, y logra encaramarse en la Gerencia de Comercialización de YPFB, con un título de ingeniero, cuando en realidad es un zapador de siete mundos, entrenado por la CIA, con cursos de especialización en toda sud América, especialista en sabotaje y ramas afines, que, ¡fíjese usted! estuvo en la Policía Boliviana. O sea que de tales talentos y entrenamientos la Policía Boliviana resulta siendo cómplice de esta penetración al aparato administrativo de YPFB, porque era su obligación darle a conocer en su momento tales antecedentes al ex Presidente de YPFB y al mismo Presidente de la República. ¿Por qué callaron semejante Hoja de Vida?
Pero vamos al fondo de las posibilidades de lo que este doble cero con permiso oficial, pudo hacer. Desde el cargo de Gerente de Comercialización, seguramente fue el autor de la redacción del Decreto Supremo que autoriza chipe libre para que el señor Ramírez haga contratos como le venga en gana. Luego le presente a sus propios cuñados como empresarios y, seguramente sea el cráneo de la sociedad Catler- Uniservice. Luego haya podido convencer al Gobierno de que era necesaria una planta de separación de líquidos, se haya encargado de establecer el contrato con YPFB – SIPSA, sea el responsable del alquiler de un taladro sin uso pagando 755 mil dólares y pudo haber contactado con los señores Córdova para planificar el volteo del dinero.
Si no hay por ahí alguna bella mujer que actué como chica Bond, es una pena ¿Un solo agente de la CIA pudo haber hecho todo esto, en las mismas narices del Gabinete, al cual acude el Ministro de Gobierno, que nunca supo nada, y su par: el “inteligente” señor Quintana, (especialista como él en sabotaje y masacres sangrientas) ¿tampoco sabía nada? ¿Y la Policía Nacional y los servicios de inteligencia de las Fuerzas Armadas? Es decir, un solo agente ¿fue capaz de tirar abajo todo el esquema de los cambios profundos y la nacionalización? ¿Para recién cuando se escapa el burro quieran trancar el corral?
Si el Presidente tiene un tantito de ubicuidad, y cree en lo que le cuentan, ya debería estar cambiando: Gabinete Político, Alto Mando de la Policía Nacional y algunas cabezas en las Fuerzas Armadas. Al menos por lo que hasta ahora se nos informa. Pero como el gobierno insiste en dar a conocer “de a poco” lo que continuará, no creo que sea prudente adelantarse a los sucesos. Al final de cuentas, este imperialismo tan preocupado por Bolivia, ha llegado a estos extremos y Dios mediante sabremos qué cosas más. (Dante Pino en Hoy Bolivia)
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