Kingkong-Tana
El ex vocero de la presidencia Alex Contreras reapareció en escena declarando que en el exterior la imagen de Bolivia se asocia hoy al contrabando, el narcotráfico e inseguridad jurídica, razón por la que planteó al gobierno de Morales que realice "un rápido movimiento de timón, antes de perder la brújula".
Es que en este sentido Contreras tiene razón al afirmar que el Ministro de la Presidencia deberá someterse a una investigación para aclarar los hechos de corrupción y tráfico de influencia cometidos en Pando y de los que ha sido sindicado por el ex Director de Aduana, el ex militar Cesar López, situación que en opinión de Contreras está poniendo en juego la imagen de todo el país.
Quintana después de haberse identificado como el principal operador del brazo armado y de las acciones de choque realizadas por el gobierno, pasó a ser identificado como el ícono del contrabando y el tráfico de influencias, y esto no se podrá contrarrestar con proteccionismo ni con encubrimiento porque a la larga o a la corta tendrá un alto costo para todo el gobierno de Morales, que ya se encuentra en el ojo de la tormenta, mucho más cuando el propio Presidente está provocando sospechas por el hecho de prestarse a proteger a ojos cerrados las acciones de su ministro.
Por su lado, Juan Ramón Quintana, se ha mostrado escurridizo y diestro en las artes de tratar de esquivar las sindicaciones intentando ampararse en la impunidad que le da su investidura y su cercanía al presidente. Reiteradas veces el ministro ha declarado a la prensa que no se sometería a ninguna investigación puesto que según su opinión no tendría porqué hacerlo ya que se considera inocente de haber cometido los delitos de los que se lo acusa. Pero Quintana, no entiende que su lógica está totalmente equivocada, puesto que si no tuviera culpa debería mostrarse absolutamente predispuesto a la investigación siguiendo la máxima de que "quien nada tiene nada teme", mucho más cuando la conclusión de Contreras es real en el sentido de que "hay muchos cabos sueltos que deben ser investigados, por el bien del país".
Es tal el bamboleo de Quintana y su posición escurridiza que el vicepresidente García Linera se ha visto obligado a asegurar que Quintana asistirá a prestar declaración a la comisión de investigación que se ha organizado en el Congreso en un intento por esclarecer el sonado caso, que tiene vasos comunicantes con los sucesos de la confrontación ocurrida en Pando. El Vicepresidente ha tenido que tomar cartas en el asunto pues percibe que la situación es insalvable para el gobierno si se sigue jugando por tratar de capear el escándalo a puro pulmón de uso y abuso de poder e impunidad.
Por su lado, los prefectos de Tarija, Mario Cossío; Beni, Ernesto Suárez; Santa Cruz, Rubén Costas; y Chuquisaca, Savina Cuéllar, han iniciado una ofensiva legal contra el presidente, Evo Morales, tres ministros y tres viceministros por el "abuso de poder" en las detenciones de dirigentes cívicos y, particularmente, en el caso del prefecto suspendido, Leopoldo Fernández. Esta es también una acusación contra el ministro Quintana, además de Alfredo Rada, Walker San Miguel y los viceministros Sacha Llorenti, Wilfredo Chávez y Nardy Suxo.
Dentro de este juicio se identifican las acciones de Quintana en Pando como determinantes para que se desencadene la violencia, puesto que él se encontraba en el departamento preparando la incursión de los campesinos reclutados, situación que sin duda se convirtió en el factor que desató la violencia después que los milicianos mataron a dos funcionarios prefecturales de Pando.
Incluso los informes sesgados de Unasur y el Defensor del Pueblo han establecido que la Policía fue pasiva mientras se desarrollaba un enfrentamiento fratricida y en este sentido estarían comprometidos además de Quintana y el ministro Rada y San Miguel, el propio Presidente Morales, como Capitán en Jefe de la FF. AA.
Juan Ramón Quintana, quien ha sido identificado en la acusación interpuesta por los prefectos como el principal responsable de los hechos, sigue sin embargo en su pose de King Kong el invencible, el super protegido, respaldándose en una evidente tráfico de influencias y predispuesto al desacato.
De cualquier modo en la película que tenemos todavía en nuestra retina el gran King Kong finalmente fue atingido mientras derramaba un gruesa lágrima por su bella rehén de quien se había enamorado. El poder enamora, pero no es eterno.
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