causa hilaridad la actitud de evo en favor del NO, claro que de modo inconsiente. lo descubre El Deber

En la recta final rumbo a la consulta ciudadana prevista para el próximo domingo 25 de enero, el propio Presidente de la República se ha convertido, acaso sin proponérselo, en el más eficaz jefe de campaña por el No al nuevo texto constitucional que con indeleble sello masista se pretende aprobar contra viento y marea. De otro modo, podría alterarse el tan mentado proceso de ‘cambio’ que afanosamente busca instrumentar en el país que, de esta manera, sigue su marcha a los barquinazos y sin norte fijo a tres años de la cuestionada gestión de Evo Morales.Y es que una especie de incurable incontinencia verbal que afecta al jefe de Estado hace rato, especialmente de cara a las concentraciones públicas que les son afines y con las que se siente muy a gusto, últimamente les ha llevado a anunciar que es para toda la vida su llegada y permanencia en Palacio Quemado, que no está de visita ni de paso por la vetusta casona de la plaza Murillo, que ha sido recuperada merced al juego democrático, al que el Presidente da la espalda proclamando sus pretensiones más que vitalicias. Don Evo Morales tampoco se ha parado en chicas al advertir, casi al mismo tiempo, que a punta de decretazos hará ‘funcionar’ la nueva CPE, cuya aprobación da por descontada, en caso de que la oposición bloquee la leyes que son necesarias para la puesta en vigencia del embrollado texto fundamental del Estado. Las elucubraciones públicas del mandatario han sido objeto de respuestas críticas de sus opositores y de medios de comunicación, con énfasis en los afanes nada democráticos del mandatario. Los ya indisimulados propósitos de perpetuarse en el poder y de aplicar cuanto antes y de cualquier modo la cuestionada Carta Magna, también han puesto en alerta máxima a los bolivianos que son capaces de interpretar cabalmente las recientes manifestaciones presidenciales y de medir los riegos que entrañan para la democracia y las libertades ciudadanas en Bolivia.Y aunque en las últimas horas los más cercanos colaboradores del presidente han hecho esfuerzos por aclarar que S.E. no dijo lo que dijo, sus declaraciones altisonantes le hacen flaco favor a la causa gobiernista y podrían estimular en sentido contrario para él y su fuerza política la decisión ciudadana frente a las urnas. En política partidaria, la última palabra no está dicha con relación a lo que puede venir. Mas es muy cierto aquello de que quien siembra vientos, cosecha tempestades.