Juan Boliviano
La ATPDEA y las andanzas del Canciller
Ya no sorprenden las declaraciones del canciller David Choquehuanca. Pero, pese a que son fruto de la mentecatería y la ignorancia, algunas de éstas no se pueden dejar pasar. Al fin y al cabo, su estulticia y sus gansadas trascienden internacionalmente y nos avergüenzan.
Persistiendo en sus carencias, este canciller ha aumentado su repertorio: “… afirmó este domingo (12.VII.09) que Bolivia podría demandar a Estados Unidos ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por la suspensión de la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de la Droga (ATPDEA, por sus siglas en inglés)”. Demuestra así que no entiende el carácter de la ATPDEA y tampoco sabe como opera la Organización Mundial de Comercio.
Por supuesto que no es posible instruir a un ignaro empecinado en ser bobo, ni trasmitir conocimientos y moral funcionaria a quien se cree con habilidades para torcer la realidad y así favorecer a una política internacional marcada por las torpezas y las majaderías de su lenguaraz jefe, Evo Morales. Sin embargo, parece útil intentar una explicación breve y simple sobre este tema.
La ATPDEA es una ley nacional de los Estados Unidos con vigencia temporal. No es un convenio internacional; es un régimen de excepción, otorgado unilateralmente por los Estados Unidos al Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador, para la colocación de sus mercancías en el mercado norteamericano, exentas del pago de aranceles aduaneros. Como contraparte, los países favorecidos debían participar efectivamente en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas.
Este régimen de excepción caducó varias veces, y fue extendido en su vigencia. Bolivia no fue favorecida con la última extensión, como lo resolvió el organismo norteamericano que aprobó la ley: el Congreso de los Estados Unidos. No hay un compromiso bilateral o multilateral que obligue al gobierno de ese país a mantener por siempre ese régimen de concesiones hacia los otros. Siempre fue una decisión unilateral. Tuvo la intención de favorecer a los países andinos, a cambio de la mencionada eficiencia en la lucha contra el narcotráfico.
Choquehuanca, se mete en honduras y exige que, pese al pobre desempeño del gobierno del MAS en la lucha contra las drogas, continúe la concesión, y que, en caso de que no se repongan estas preferencias, podría demandarse a Washington ante la Organización Mundial de Comercio.
Es suficiente una cita de un popular sitio cibernético, para explicar sencillamente lo que es la Organización Mundial de Comercio (OMC): “La OMC, fue establecida en 1995... administra los acuerdos comerciales negociados por sus miembros (denominados Acuerdos Abarcados). Además de esta función principal, la OMC es un foro de negociaciones comerciales multilaterales… La OMC es un foro donde los Estados Miembros buscan acuerdos para la reducción de ciertos aranceles y donde se resuelve cualquier disputa comercial que pudiera surgir entre sus miembros con respecto a los acuerdos alcanzados.
Nótese: “administra los acuerdos alcanzados”, que en este caso no los hay, pues se trata de una decisión unilateral, y “resuelve cualquier disputa comercial… respecto –repite- a los acuerdos alcanzados”. Tiene reglas y procedimientos específicos y reafirma que lo deseable no es dictar sentencias, sino solucionar los diferendos. ¿Será que Choquehuanca y alguno de sus sesudos asesores piensa que es una instancia judicial para aclarar los alcances de una ley interna de un país que concede unilateral y temporalmente un régimen favorable y que no lo renueva?
No hay esperanzas que Choquehuanca comprenda lo anterior. Además de su ignorancia, debe estar presionado por los cocaleros comandados por su jefe.
Si hay un culpable de que no se hay extendido para Bolivia la vigencia de la ATPDEA, ese es el gobierno del MAS que no cumplió con su parte combatiendo con eficacia el narcotráfico que en Bolivia crece alarmantemente.
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