En Bolivia, la corrupción sigue avanzando en el aparato del Estado, que desgraciadamente hasta ahora no ha hecho nada por frenarla, pues aunque el Presidente ha posesionado anoche dos viceministros para que acompañen a la Ministra Anticorrupción, quizás esto sea bueno para que la Señora Nardy Suxo no ande sola, pero no servirá de nada si es que las investigaciones no avanzan, se encubren los hechos y no llega a castigarse a los corruptos que están encostrados en el gobierno y las empresas nacionalizadas.
Si se quisiera erradicar la corrupción, el Presidente debería comenzar por hacer castigar a los que han hecho y deshecho del Estado y sus instituciones en los tres años que lleva en gestión su gobierno. Si es que los nombramientos que acaba de hacer para supuestamente atacar a la corrupción son serios no puede seguir pasando por alto lo que ha dicho el actual Ministro de Obras Públicas, Walter Delgadillo, quien dándoselas de futurólogo, propuso "ver el futuro y no el pasado", con lo que pretende invisibilizar la inversión de 130 millones de US para un plan de vivienda social que ha fracasado por incumplimiento e inexistencia de contratos, adelanto de dineros sin que los proyectos hubieran sido aprobados y del que por lo menos 4 ministros y 5 viceministros son sindicados de estos delitos de malversación.
Si es que se deseara eliminar la corrupción que en el actual gobierno ha retoñado y se ha reproducido más que la epidemia del dengue, debería haberse dejado que se concluyan adecuadamente y con apego a la verdad las investigaciones que sindican a su Ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana, y no haberlo ratificado en su cargo, burlando la esperanza que tenían los ciudadanos de que estos casos no gocen de protección desde las altas esferas del gobierno.
Si se deseara erradicar la corrupción se hubieran eliminado los fideicomisos que se constituyen en una carta blanca para utilizar discrecionalmente los recursos del Estado. Se hubiera también tomado cuidado en la redacción de la Constitución, que a nombre del cambio plantea muchas más posibilidades de que la malversación de fondos y el saqueo tengan carta libre, puesto que la Asamblea Constituyente, que fue nomás una cortina de humo, ha convertido la constitución en un texto libre, un saice constitucional hecho precisamente para uso discrecional de quienes están acaparando el poder, dando carta blanca para que estos puedan hacer y deshacer del país sin tener que sujetarse a los controles constitucionales y sociales que son los candados necesarios para instaurar transparencia y no pasar por encima de la independencia de poderes, que también es prioritario para un verdadero ejercicio democrático y con adecuados controles sociales.
Es terrible destruir un país a nombre del cambio para volver a convertirlo en un país bananero que vuelve a las prácticas de dictadura, cambiando nomás de dueño y patriarca, poniendo de pantalla un ejército de ministros y viceministros anticorrupción, lo que resulta inaudito, incomprensible y vendrá acompañado sin duda de todos los pecados capitales que ya comenzamos a ver y que engloban la avaricia, robo, lujuria, crimen, tráfico y todos esos males de los que rogábamos poder librarnos y ahora los vemos señorearse como animales prehistóricos que resucitan engrandecidos, engordados y afilados.
Vamos a ver que hace la Ministra Suxo, que ahora no está sola, cuando reciba el informe de la comisión del Congreso que ha concluido su investigación sobre el caso de corrupción en YPFB, concluyendo que no sólo es autor de los mismos el ex presidente de la nacionalizada compañía petrolera Santo Ramírez, sino que hay indicios de responsabilidad en otros funcionarios como Guillermo Aruquipa- Superintendente de Hidrocarburos; Luis Arce Catacora- Ministro de Economía y Finanzas, el ex ministro de Hidrocarburos y actúal viceministro de autonomías- Saúl Ávalos, amén de los directivos de YPFB, quienes han estado en conocimiento del contrato con Catler-Uniservice, por lo que estaban enterados de qué se estaba haciendo y como se estaba operando con este contrato.
Todo viene por supuesto amarrado a otros hilos, y debajo de esta punta del iceberg está el Banco Unión que ha manejado los fideicomisos y una serie de dineros del Estado con un manejo absolutamente irregular, tal como ha ocurrido también con el fondo social de viviendas, caso que ha quedado también durmiendo el sueño de los justos, bajo la pretensión de que un escándalo tape todos los demás para que todo siga su curso y se haga más grande el basurero distrayendo los olores.
Le apuntamos a la Ministra Suxo, que ahora no está sola, que en el caso del fondo social de viviendas se sindica de actos de corrupción al Ministro de Hacienda Luis Arce y a los ministros del área Jerjes Mercado, Oscar Coca, José Kinn, Grabriela Montaño, Salvador Ric, Rogelio Ashimine, además del operador Miguel Linares que sigue libre y coleando, así como siguen sin investigar bancos y cooperativas del sistema.
Erradicar la corrupción es cosa seria para su Gobierno Presidente, puesto que está tan extendida que forma una red con vasos comunicantes que no sabemos hasta donde pueden llegar. Mire que tendría que sacar todo su gabinete, prácticamente todo y quizás hasta amputarse un pie. Quizás la Señora Suxo ahora esté acompañanada pero si usted tiene que limpiar la casa tendrá que aprender a estar solo antes que andar mal acompañado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario