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lunes, 9 de marzo de 2009

la gobernabilidad peligra. alto riesgo político y notable descalificación al presidente. Dante Pino en HB


CEPRODE es una organización de análisis y estudio político, que tienen como instrumental analítico interesantes formas de medir la actual situación por la que atravesamos. El número de febrero 2009 nos avisa de: que el grado de gobernabilidad nacional es de 0.43 el riesgo político tiene un nivel de 50.31 y la calificación presidencial alcanza a 2.93 sobre 5.

¿Qué quiere decir esto? Pues que la gobernabilidad en Bolivia está rozando niveles muy críticos, estamos situados en la banda de déficit de gobernabilidad y muy cerca de la banda de crisis. Esto va de la mano con el grado de conflictividad que nos sitúa en el límite del riesgo muy elevado, cuya medición se sitúa en los 49.9 puntos y que la calificación sobre el desempeño del Presidente es una nota deficiente, que bordea el aplazo.

Estos resultados son el producto de la polaridad que vive el país, entre visiones contrapuestas. Según CEPRODE el grado de conflictividad tiende a incrementarse en la medida en que las reformas constitucionales en los órganos de poder, acrecentaran las diferencias. El nuevo régimen electoral, el curso de las autonomías y la designación de magistrados en el Poder Judicial y Electoral, serán los elementos sobre los que ha de variar la conflictividad en Bolivia.

Pero luego sus analistas derivan estos elementos hacía la intervención externa en asuntos internos nacionales, como un factor que apuntala el grado de gobernabilidad y le asignan un nivel importante al ALBA, el más alto, y le siguen los países limítrofes y organismos internacionales, contrapuesto con el nivel más bajo que sostiene los Estados Unidos. Cierto, el factor externo se ha mostrado como alternativa para evitar la ruptura total entre las dos visiones de país. Pero su papel es coyuntural en ese momento y no tiene mayores significancias con el proceso que continúa luego de alcanzar su cota máxima de crisis.

El gobierno se ha empeñado en “poner como testigos” a veedores y comisiones enviadas con tal misión. La oposición autonómica lo ha hecho de la misma manera. Lo que refleja el grado de desconfianza que tienen los polos. Es decir no hay en realidad ningún margen para otorgarle al contrario credibilidad. Y el papel que antes desempeñaba la iglesia católica ha sido sustituido por la comunidad internacional y promovida por Chávez como eje central para sacarle las castañas del fuego a su pupilo Morales.

El factor externo se ha convertido, en este sentido, como el anestésico urgente para calmar el dolor, pero no es ninguna solución. Así que la gobernabilidad apuntalada por El ALBA llega a eso, pero no pudo ni podrá hacer nada más. En cambio la casi indiferencia norteamericana por el nivel de conflictividad boliviana, actúa como fuerza compensatoria a favor del gobierno, que se siente “respaldado por sus amigos” y en tal sentido con mayores bríos para atacar al imperialismo como la causa del conflicto en Bolivia.

Evo Morales con el fin de adornar este círculo de apoyo internacional y demostrar a sus bases cocaleras, que su lucha antiimperialista tiene apoyo real, no duda en usar su viaje a Rusia y llegar a expresar que “Latinoamérica ya no será el patio trasero del imperio, eso se acabó y con el retorno de Rusia a Latinoamérica, la historia de este milenio cambia totalmente” Frase que nos muestra la enorme confusión de ideas, desconocimiento de la historia e ignorancia plena del mundo y su correlación de fuerzas actuales. Evo Morales no piensa en años, sino en milenios y su viaje a Rusia es el final de la presencia norteamericana en Latinoamérica, no solo en Bolivia y el principio de la era Rusa en este continente. Se convierte asimismo en el Padre de la Liberación del imperio y el hacedor de la nueva correlación de fuerzas externas en el mundo.

Esta manera de infundir a sus bases confianza en él, y admiración por lo que hace y dice refuerza el imaginario indígena la convicción de que están haciendo lo que “los otros” no quisieron ni pudieron hacer. Y por tanto que el cambio es cierto y con él, el nuevo Estado Plurinacional. Pero este imaginario es solo eso, algo irreal, fingido e ilusorio.

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