Con cada nueva declaración sobre los supuestas terroristas, el gobierno boliviano se enreda más con sus mentiras y hay que ser sordomudo o atrasado mental para creerle. El fiscal que investiga el magnicidio fue censurado por el gobierno y tuvo que contradecirse alegando que tiene en su poder un video “sacado de un celular”, que muestra la prueba del magnicidio, que debía realizarse durante la visita del presidente al Lago Titicaca, pero esta afirmación resultó otro cuento oficial y demostró la poca credibilidad del gobierno.
Hasta para mentir hay que saber hacerlo, pero la cultura de los que gobiernan en Bolivia no les da para tanto, si bien los de CONALCAN, sus preferidos sectores sociales y los ignorantes le creen o se benefician con pegas y coimas políticas. Las ventajas adicionales que tiene el gobierno al utilizar los recursos del país y las ayudas de Chávez, más su amplio aparato propagandístico, le asegura una ventaja apreciable sobre una oposición dividida, la que todavía no puede concretar el más conveniente método para actuar a favor de la libertad y contra la tiranía.
El cínico vicepresidente continua acusando el imaginario terrorismo y el magnicidio, pero no menciona sus acciones delincuenciales contra Bolivia, en las que participó durante sus buenos tiempos. Como declaró públicamente en Warisata, portaba un máuser debajo del poncho rojo y en este periodo “aprendió amar y matar”. Lego el momento para informar a la opinión publica y publicar su currículo terrorista que le gano 5 anos de cárcel.
Mientras los opositores han optado por una batalla verbal, el gobierno actúa de facto y sus encapuchados siguen secuestrando ciudadanos, como en los tiempos de los gángsters de Chicago. Los herederos de Al Capone, son lo actuales “los que ponen” o mejor dicho los que imponen sus condiciones con sus mentiras y un régimen de terror, a los que todavía sueñan con la libertad y la democracia.
Hay que reconocer que estos representantes de la dictadura, han creado sus propios SS y la GESTAPO con el modelo de la época de Hitler y los intentos de oponerse de algunos demócratas, se han diluido por prudencia, conveniencia, o el miedo, debiendo aceptar los actos ilegales de estos nuevos endiosados monarcas. Frente a la poca operabilidad política de la oposición, se están formando en el exterior grupos de apoyo a la democracia en Bolivia, como el que acaba de crearse en San Paolo, que observan y denuncian públicamente el peligro que representa el régimen totalitario de Bolivia para Brasil.
La crisis global, la incertidumbre que prima en varias economías, los focos terroristas que operan en varias partes del mundo, hacen que la comunidad internacional, se encuentre en un momento crucial, porque enfrentan a los nuevos incitadores a la violencia y a los cambios por la fuerza. La reacción de los países demócratas, no tardará en presentarse contra estos tiranos que forman el grupo de los fascistas del siglo XXI.
Actualmente el mundo está preocupado por el virus porcino, pero apenas se solucione esta amenaza y se recuperen los desajustes de la economía global, tendrán que hacer prevalecer la democracia, las libertades y los derechos del hombre en todos los países, que desconocen estas conquistas. Ningún país puede aceptar que nuestro mundo viva amenazado por el terrorismo, en cualquiera de sus formas y el conjunto de las naciones democráticas, tendrá que arrinconar definitivamente a estos individuos.
La acertada visita a Chile del presidente del Senado Nacional, para hacer ver los abusos del gobierno a los parlamentarios chilenos, cambiará el apoyo de Michelle Bachelet al presidente boliviano. Alejo Veliz acertó al afirmar que las elecciones, son solo un enfrentamiento de faldas, mientras Román Loayza, se quejó por la traición del gobierno a los pueblos indígenas y acusó a Evo Morales de “nacionalizar el neoliberalismo”.
Es evidente el distanciamiento del MAS por parte de algunos líderes populares y varios de sus ex partidarios, se han tornado en contra de un gobierno corrupto, pero el sacrificado presidente amenazado por el magnicidio, declaró en Argentina que “su próxima candidatura no es un deseo personal, sino un sentimiento del pueblo”.
En conclusión las mentiras y la demagogia podrán tener éxito por un corto tiempo, pero a la larga se impondrá el respeto a las leyes y a los ciudadanos, por que no podemos retroceder a las atrocidades del siglo XX, ni repetir las experiencias genocidas del pasado.
Quizás la justicia que Bolivia no puede obtener en el país, vendrá del conjunto de países civilizados, dentro de un nuevo concepto de legalidad y justicia social. No hay dudas que el mundo requiere de cambios económicos, sociales y culturales, pero son justamente estos momentos de crisis que los generan, pero la libertad es sagrada y nadie podrá restringirla.
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