no hay ningún respeto por los DDHH fundamentales. No es modelo a seguir asegura La Razón en subeditorial de la fecha. Se refiere al triple asesinato

Si se hace un análisis del respeto a los derechos humanos, en la actualidad se puede concluir en que Bolivia no es, justamente, un modelo a seguir. El gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) viene cometiendo una sucesión de errores que podrían ubicar al país en una posición muy complicada frente a la opinión de la comunidad internacional.
Es cierto que existe un grupo armado, supuestamente con fines terroristas, que violó las leyes y amenaza a la democracia boliviana. Las revelaciones conocidas hasta ahora son sorprendentes. Sin embargo, en la tarea de investigación, la Policía y la Fiscalía deben ser respetuosas de las leyes y convenios internacionales. Y, ciertamente, la detención y el posterior traslado de dos personas de Santa Cruz a La Paz es una violación de los derechos individuales. Hay que decirlo claramente, los torturaron.
Por sobre todas las cosas está el respeto a las derechos fundamentales del individuo, sin atenuantes ni maquinaciones de naturaleza alguna. En ese sentido, el Estado y los aparatos de seguridad del Gobierno deben obedecer el artículo 15 de la Carta Magna, que a la letra dice: “Toda persona tiene derecho a la vida y a la integridad física, psicológica y sexual. Nadie será torturado, ni sufrirá daños crueles, degradantes o humillantes. No existe la pena de muerte”.
Los convenios internacionales que ha suscrito Bolivia sobre la preservación de los derechos humanos son otro antecedente importante que no se puede ignorar, y menos quebrantar, porque esta materia ha hecho conciencia mundial, luego del holocausto judío, de las guerras de exterminio racial como de los últimos escándalos en Irak.
Con la muerte de los tres presuntos terroristas acaecida en Santa Cruz y las posteriores investigaciones, habría que preguntarse si el Gobierno se va a esmerar en cumplir la nueva CPE, que es progresista en materia de derechos ciudadanos.
Las máximas autoridades señalan afirmativamente que los bolivianos son plenamente respetados en sus derechos fundamentales; pero, ¿qué dicen los ciudadanos? ¿Qué se dice en el exterior? Este no es un asunto de menor importancia y el Gobierno está obligado a darle la máxima prioridad y el mayor cuidado.